Mitos y verdades de la lecitina de soja

lecitina de soja

Vivimos en pleno auge de los complementos nutricionales para prevenir, equilibrar y controlar mil y una cuestiones relacionadas con la salud.

Uno de los “extras” dietéticos más populares es la lecitina de soja, a la que se le atribuyen un buen número de propiedades beneficiosas para la salud.

Pero ¿es cierto todo lo que oímos? ¿Obtendremos beneficios reales si consumimos este complemento? Vamos a despejar unas cuantas dudas sobre la lecitina de soja.

¿Qué es la lecitina (en general)?

Simplificando, la lecitina es un tipo de compuesto graso. Un fosfolípido en realidad, combinación de grasas, ácidos grasos, vitamina B (inositol y colina) y fósforo. Se encuentra de manera natural en los tejidos tanto animales como vegetales.

Los fosfolípidos, o lecitinas de manera genérica, son imprescindibles para el funcionamiento del organismo.

Posibilitan la formación de células y tienen una importante función reconocida para regular el metabolismo de los lípidos.

Hay que decir, y esto es importante, que nuestro cuerpo fabrica lecitina por sí mismo. Como otros químicos, se sintetiza en nuestro laboratorio particular: el hígado.

Pero además la lecitina está presente en nuestra dieta habitual. Podemos encontrarla en la yema de huevo, los frutos secos, los pescados azules (salmón, sardinas, atún, entre otros), el aguacate o el aceite de oliva.

Es decir, un organismo sano con una dieta equilibrada debería tener cubiertas sus necesidades de fosfolípidos o lecitinas.

¿Cuáles son las propiedades de la lecitina de soja?

Una de las propiedades más conocidas de la lecitina es, como ya se ha dicho, su capacidad para controlar los lípidos.

Traducido grosso modo: regula el colesterol, al impedir que la grasa se acumule en las paredes de arterias y venas, con riesgo de provocar los temidos trombos u obstrucciones en el torrente sanguíneo

Además, está la presencia de las vitaminas del grupo B, inositol y colina.

Estas vitaminas están relacionadas con procesos fundamentales y se les atribuyen propiedades relacionadas con:

  • La recuperación física y muscular. Por eso interesan a deportistas que entrenan en franjas de intensidad altas. Ayuda a recuperarse de la fatiga y previene dolores musculares. Además, tienen propiedades antifinflamatorias.
  • El rendimiento cerebral. La presencia de estas vitaminas favorece la neurotransmisión. Se relacionan con la memoria y con la concentración
  • La regeneración celular. Por eso se dice que actúa positivamente sobre la calidad del cabello, las uñas y la piel, previniendo enfermedades provocadas por carencias vitamínicas.
  • La reducción del colesterol. Se le atribuyen propiedades que ayudan a prevenir trastornos cardiovasculares.

A la vista de todas estas propiedades vinculadas a la lecitina, la industria ha buscado nuevas fuentes de esta sustancia para poder hacer aportes extra al organismo. Una de esas fuentes es la soja.

Así comienza a hacerse popular la comercialización de lecitina de soja en distintos formatos, con gran aceptación en una sociedad preocupada por el colesterol, la proliferación de enfermedades cardiovasculares y el sobrepeso.

La lecitina de soja entra con fuerza en el mercado de los complementos dietéticos.

Ahora bien ¿da todo lo que promete?

Los beneficios de la lecitina de soja

Vamos a comentar dos de los beneficios más publicitados, ambos relacionados con sus propiedades como metabolizador de las grasas.

#1 Reduce el colesterol, ¿verdadero o falso?

Como en la sociedad actual la colesterolemia preocupa, y mucho, la lecitina de soja se ha popularizado como agente anticolesterol.

Algunos van incluso más lejos, anunciando efectos terapéuticos derivados de su consumo.

Pero ¿tiene fundamento la afirmación de que la lecitina de soja reduce el colesterol? No está demostrado. No hay estudios médicos que respalden un supuesto efecto reductor.

Otra cosa es la prevención. Los fosfolípidos, como dijimos, pueden facilitar la circulación movilizando los depósitos grasos y evitando que se peguen a las paredes arteriales.

Pero el control del colesterol responde a una suma de factores y no solo a la ingesta de este u otro complemento alimenticio.

Lo que sí ha dado muestras de tener propiedades hipocolesterolémicas es el consumo del grano de soja, pero siempre como parte de una dieta completa.

Asignar propiedades terapéuticas a un elemento aislado es un asunto, como poco, controvertido.

#2 Adelgaza, ¿verdadero o falso?

Como la lecitina de soja también tiene fama de “quemagrasas” en un sentido amplio, se ha hecho un nombre como potenciadora de las dietas de adelgazamiento.

A poco que se busque, es fácil encontrar recomendaciones antikilos que proponen consumirla diariamente de diversas maneras: en los zumos o smoothies, espolvoreada en ensaladas, añadida en bizcochos u horneados de otro tipo.

Además de quemar grasas, se dice que reduce el apetito y es diurética.

¿Es cierto? No de la manera que se publicita. Aunque algunas de estas propiedades puedan ser reales, una dieta de adelgazamiento nunca debe basarse en el consumo de complementos, sino en una alimentación variada y equilibrada.

Entonces ¿debo o no debo tomar lecitina de soja?

No es imprescindible incluir la lecitina de soja en la dieta diaria si mantienes una alimentación equilibrada. Como dijimos, el cuerpo la sintetiza de manera natural y puedes obtenerla también de tu dieta habitual, comiendo cosas tan normales como huevos, frutos secos o pescado azul.

¿Es desaconsejable tomar lecitina de soja? En principio no, salvo que tengas una dolencia concreta, en cuyo caso deberías consultar con un especialista antes de hacer cambios en tu alimentación.

Nuestro consejo es que no te vuelvas loco con los complementos alimenticios.

¿Tienen propiedades beneficiosas? La mayoría sí las tienen. Lo que es un error es pensar que, aisladamente, van a servir para solventar carencias que se deben a unos deficientes hábitos alimentarios.

Y más delicado aún es atribuirles propiedades terapéuticas, es decir, la capacidad de tener efectos positivos sobre determinadas dolencias.

En general, el 99% de todo lo que puedes encontrar como complemento en los estantes de una tienda de dietética, lo obtienes igualmente de una dieta equilibrada.

Te lo resumimos para que no te queden dudas:

  • Si no cambias de hábitos alimentarios, cualquier posible efecto beneficioso de un complemento, sea la lecitina de soja u otro, se perderá debido a una dieta pobre y desequilibrada.
  • Si cambias hacia hábitos más saludables, lo más seguro es que no necesites complementos porque ya obtendrás de tu dieta todo lo que necesitas para estar sano.

Por tanto, sé prudente y, aunque no te podemos decir que rotundamente taches de tu lista la lecitina de soja, sí te recomendamos que te centres en lo importante: crear hábitos que mantendrán tu salud a largo plazo.

No obstante no está de más que, si te preocupa alguno en concreto, lo consultes con un profesional. Si quieres preguntarnos, en Oniric Medical estamos a tu disposición para responder dudas.

¿Te animas a revisar tus hábitos alimentarios? ¡Te ayudamos!

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